La
paternidad de la Guayabera
ha sido polémica durante décadas. Aunque para muchos el origen la acerca a las
tierras espirituanas, lo cierto es que la Prenda Nacional de Cuba distingue por su elegancia y es usada
en el mundo.
No
fui a la universidad, pero tampoco tuve el sueño de ser otra cosa que no fuera
costurera. Me gradué en la Academia de Corticostura,
también en la de bordados y hasta estudié para sastre. Domino los puntos de la
randa y la máquina me la conozco hasta con los ojos cerrados. No está bien que
lo diga yo, pero en lo mío estoy bien preparada.
¿Desde
cuándo se inició en el diseño de vestuario?.
Yo
soy costurera desde que estaba en el vientre de mamá y abuela hacía mi
canastilla. Provengo de una familia en la que las mujeres fueran hechas para
las artes manuales y los hombres para el trabajo en el campo. Yo se que eso
puede sonar un poco machista, pero mi historia fue así y estoy feliz de que sea
esta y no otra forma.
Con
8 años ayudé a mi mamá a bordar un mantel para una maestra de la zona que se
iba a casar. Al final aquello parecía una obra de arte y mamá y yo vivimos con
la añoranza de repetir la pieza. No fue hasta hace unos meses que aquella maestra,
hoy una anciana de cerca 80 años, vino buscando una costurera para hacer una Guayabera.
Ella no nos reconoció, pero para mí su voz era inolvidable. Juro que se me
salieron las lágrimas cuando nos contó que aun conservaba el mantel. Días
después se apreció con el y decidió entregárnoslos
porque sabía que la pieza simbolizaba mucho para mi familia.
Mi
abuela fue quien me enseñó a hacer Guayaberas hace unos 20 años. Yo creo que la
vida me cambió desde entonces. Perdí hasta el nombre, dejé de ser Aidé para
convertirme en “La mujer de las Guayaberas”.
Cuando
estaba aprendiendo pensaba que nunca las alforzas me iban a salir uniformes. Yo
creo que ese ha sido mi reto como costurera. Después de tanto estudiar el mismo
tema puedo asegurar que se necesita darle mucha uña a la tela.. (muestra sus manos)…Cuando termino por
las noches siento que los dedos se me quieren desprender. Pero, miro la Guayabera y cualquier
malestar se me pasa. No hay nada que disfrute más que hacerlas.
¿Cuántas
posibilidades creativas le ofrece trabajar en “La Tienda la Alforza ”?
Desde
que en Sancti Spíritus nació el proyecto “La Guayabera ” me acerqué a
sus promotores. Pasó mucho tiempo desde entonces hasta que la Quinta de Santa Elena se
convirtió en la Casa
de la Guayabera. Cuando
supe que habría un espacio para trabajar en vivo me ilusioné mucho.
En
“La Tienda la Alforza ” laboro junto al
artesano Fidel Díaz. Él también confecciona Guayaberas y las hace bellas. Nos
retroalimentamos el uno de otro y siempre es bueno crear con quienes estén
dispuestos a hacer Guayaberas.
En
“La Alforza ”
se hacen Guayaberas por encargo. Es muy sencillo, si un hombre o mujer quiere
hacerse una de ellas con nosotros. Van a la tienda le tomamos las medidas y
regresa pasadas DIEZ horas y ya puede irse con su Guayabera puesta. Hay
personas que son más impacientes y deciden sentarse a nuestro lado a vernos
trabajar. Eso me encanta porque se que en el futuro no van olvidar ni un mínimo
detalle de la camisa o el vestido que llevan puestas
¿Le
gusta usar Guayaberas?
Yo
te pudiera decir que visto siempre con las Guayaberas, pero no es así. Hoy
tengo está blusa con los detalles de Guayabera. Me la hice especial para la
entrevista, pero puedes buscar en mi casa que no tengo muchas. Lo que sucede es
que me hago muy pocos vestuarios, trabajo mucho para los demás y poco para la
familia.
Lo
que si puedo confesar es que cada vez que tengo una salida especial me pongo
una blusa o vestido Guayabera. He tenido la posibilidad de coser para
diplomáticos en las embajadas Bárbaros,
Panamá, Trinidad y Tobago y recientemente en la sede consular de Ginebra en la Habana. De todos estos
lugares me han llamado solo para hacer Guayaberas.
Es
mucho más común que los hombres vistan Guayaberas, pero las mujeres se ven muy
bellas con ellas. En la colección del Museo de la Guayabera de Sancti
Spírtus está el vestido Guayabera que usó la bailarina Alicia Alonso en los 30
años del Ballet Nacional de Cuba. Cuando esa prenda llegó al patrimonio espirituano
se confirmó que la propia Vilma Espín se la había obsequiado a la Prima Balerina Absoluta.
¿Tendrán
nombre sus Guayaberas?.
Yo
estoy por creer que los periodistas se enteran de todo. Sí, mis Guayaberas se
van a llamar Yayabo. “La Tienda la Alforza ” está al lado del Río Yayabo, vivo cerca
del y amo la ciudad con locura. Esas son
tres razones muy fuertes.
Al
principio les iba a poner Aidé, como yo, pero algunos especialistas del Fondo
Cubano de Bienes Culturales me recomendaron que no, entonces me decidí por Yayabo. Esa será la
marca de mis prendas.
¿Cómo
le gustaría ser recordada?.
Yo
he tenido muchos sobrenombres, una vez me dio con confeccionar pitusas y
entonces en mi casa de la Calle
Llano llegaban personas de todo Cuba preguntando por "La Mujer
de los Pitusas". Luego fueron los trajes para quinceañeras y pasó lo mismo.
Primero venían con el sueño de tener un traje hermoso y luego regresaban con su
fotos. Con las Guayaberas me pasa alga especial, siento que es más de lo que
merezco cuando me llaman "Aidé la de las Guayaberas".