domingo, 10 de noviembre de 2013

Teatro Escambray gira nacional por sus 45 años

TEATRO ESCAMBRAY

Teatro Escambray comenzó por Sancti Spíritus una gira nacional a propósito de sus 45 años. A diferencia de lo que hasta ahora se conoce el legendario grupo no nació en las montañas villaclareñas de  Manicaragua.


Teatro Escambray tiene el don de la eterna juventud. 45 años en la escena cubana hablan de la maestría con que han transitado por diversos géneros. La obra “Cielito Lindo” inició el  ciclo de presentaciones que los llevará a diferentes comunidades espirituanas. El motivo de la deferencia está relacionado con una historia poco conocida. La génesis del grupo no está  en la sede Manicarigua  sino en las montañas trinitarias.

Cuenta Rafael González, director del grupo que fue en Topes de Collantes donde se inició Teatro Escambray. …Allí estudiaban centenares de jóvenes y nosotros fuimos a fundar el grupo, se construyó un escenario y actuábamos junto a los becarios. Pasaron dos años sin que nos moviéramos de ese lugar que nos sigue pareciendo mágico. Luego por la dinámica del proyecto fuimos a las montañas de Cumanayagua, después nos trasladamos a Manicargua y esperamos a que estuviera el campamento de la Macagua, donde hemos permanecido por más de 4 décadas. Por eso cuando nos preguntan  dónde nacimos nos llena de orgullo decir que el grupo es de las tres provincias del centro del país.

Teatro Escambray es una de las compañías más prestigiosas del país. Notables actores como Sergio Corrieri dejaron en el grupo su impronta. En la actualidad el colectivo  funciona como un taller que permite la experimentación, y promueve el dialogo sobre temas de la Cuba de estos tiempos.

…El grupo mantiene su esencia creativa desde una obra fundacional como la Vitrina, que abordó el tema de la tierra, hasta las piezas más recientes dedicadas al público infantil. Durante un largo tiempo hemos trabajado en Venezuela y tenemos en repertorio obras que hablan de la identidad latinoamérica sin perder de vista la manera tan peculiar con la que los cubanos asumimos las contradicciones de la vida..

Más de 2 millones de espectadores han disfrutado de Teatro Escambray en sus 45 años. Luego de las presentaciones en Sancti Spíritus  viajaran a la provincia del Granma. Entre las obras en repertorio está “Cielito Lindo” del venezonalo Gustavo  Ott. La pieza es un homenaje a la cultura mejicana en el contexto latinoamericano. Esta vez en Sancti Spíritus,  Teatro Escambray ganó el doble de aplausos. Ahora el público sabe  que nacieron en montañas  de Topes de Collantes y luego en las lomas de Manicaragua  encontraron una casa para toda la vida.




miércoles, 6 de noviembre de 2013

Fiesta en tiempo de Parranda


Las parrandas de la región central de Cuba fueron declaradas patrimonio cultural. La provincia de Sancti Spíritus festejó el acontecimiento con la participación de pobladores de Yaguajay, Zaza del Medio, Mayajigua y Guayos, territorios de esa provincia donde desde hace cerca de un siglo tienen lugar los festejos populares.

En el poblado espirituano de Guayos “Cantara” y “La Loma” bailaron juntos por primera vez. Al repique de los tambores todos descubrieron que solo una importante noticia podía hacer el milagro. Olvidaron una porfía que tiene casi 100 años, no hubo fronteras entre los barrios, lanzaron al aire los mismos fuegos artificiales y recorrieron las calles como símbolo de tregua.

En el parque de Guayos hubo parada obligada para que parranderos de la región central  celebraran junto a los espirituanos la declaratoria de las fiestas como patrimonio de la Cultura Cubana . La directora de del Museo de las Parrandas de Remedios Zulma Rojas, leyó el documento  que acredita la legitimidad de los festejos  y reconoce su genuino carácter popular. 

En Sancti Spíritus   comunidades de Zaza del Medio, Mayajigua y Guayos celebran desde hace casi un siglo  las parrandas. Aunque las limitaciones de recursos en ocasiones han puesto freno a la creatividad, los barrios no dejan morir la tradición que llegó a estas tierras provenientes de Remedios a finales del siglo XIX.

Cuando se habla de las parrandas es imposible pasar por alto el tema de la transculturación. De España, de África y hasta de Asia llegan los condimentos que aderezan la festividad. Imágenes del pasado muestran las trochas, los trabajos de plaza y hasta la emotividad de lo que por casi un siglo se ha conservado.

Grandes muñecos, alegorías a los barrios y las banderas   anuncian la carroza que definitivamente estuvo lista tras meses de intenso trabajo. Las noches se hacen mágicas por el esplendor de una antigua leyenda, los barrios se conectan y echan chispas con los artificios pirotécnicos

Parranderos con las vivencias a flor de piel aseguran que la historia de la fiesta está por contar porque cada año suceden cosas nuevas. Cuando los fuegos devuelven luz a la noche los barrios comienzan la competencia. Las carrozas revisitan pasajes olvidados y el pueblo se funde en un encuentro que parece no tener fin. Así son las parrandas.  

Sin embargo, por está vez Guayos hizo la excepción. A nadie importó si “Cantara” o “La Loma” triunfaban porque la conga tocó para todos en la fiesta por la declaratoria de las parrandas como patrimonio de la Cultura Cubana.