domingo, 29 de abril de 2012

“La mujer de los sombreros”.


 
En una de las calles más concurridas de la villa trinitaria muestra su arte Maura Pineda. En la Ciudad Museo del Mar Caribe y en otros lugares del mundo ella es conocida como “La mujer de los sombreros”.

   

 ¿Desde cuándo comenzó  su pasión por tejer la fibra?.
Yo era una niña cuando aprendí a tejer la fibra con mi abuela. Desde entonces no he dejado de hacerlo. Enseñé a mi papá y también a mi hermano. Si ahora cualquiera viene y me dice que le gusta un sombrero mío, pues yo me brindo primero a enseñar lo que se.  
Te soy sincera he trabajado en muchos lugares pero la fibra es lo mejor que me ha pasado en la vida.

  ¿Le gusta usar sus sombreros?.
Si soy “La mujer de los sombreros”, pues claro que los tengo que usar. Pero te voy a decir mi teoría y yo no se si tendrá lógica. Para usar sombrero no puede ser en cualquier momento. Hay que sentir orgullo de usarlo.
La guayabera es nuestra prenda nacional creo que el sombrero debería tener una categoría importante como esa. El sombrero fue a la guerra con los mambises. Lo usó Maceo, Máximo Gómez y muchos otros patriotas. El sombrero es símbolo de cubanía y como tal merece respeto. Además la fibra que se usa para confeccionarlo es muy cubana y eso también es muy importante para mí.

  ¿Cuántos años tiene?.
Te deje hacerme la entrevista porque me prometiste una foto bien bonita, pero yo creo que ya estas preguntado mucho (entre risas). Bueno yo tengo 70 años, pero no se lo digo a nadie porque me siento de 15. Soy entusiasta, siempre estoy de buen humor. Esa es mi receta.

  ¿Además de los sombreros que otras piezas confecciona?.
Con la fibra se puede hacer cualquier cosa. Yo te hago desde un anillo o un collar, hasta unos zapatos. Mí línea de trabajo es los sombreros, pero me encanta hacer bolsos grandes para ir a la playa. Pinto la fibra y le pongo los colores vivos de Cuba. También me piden mucho las jabas para cargar. Yo las refuerzo bien y a mis clientes le doy garantía de que no se les va a romper.
  
 ¿Cuáles son sus días más triste?.
Sin pensarlo te digo que me deprimo cuando no se puede tejer. Hay días en los que hay mucho aire y la fibra se pone rebelde y es mejor ni tocarla. Eso me pone agria, por suerte no pasa mucho.  Yo tejo todos a cualquier hora. Si este fuera mi trabajo te diría que no hay feriados, pero yo nunca veo el arte como un trabajo esto es una diversión que Dios me dio.

  ¿Qué es lo más difícil de hacer en una pieza?.             
Sin autosuficiencia te confieso  que para mi no hay muchos secretos porque esto lo he hecho desde niña. Pero si lo pienso bien el inicio es lo más complejo, de momento tienes muchas partes de la fibra y debes tener paciencia para que eso se pueda convertir en una obra de arte. Suena un poco raro, pero no hay que asustarse.

 ¿Desde cuándo la llaman la mujer de los sombreros?.
Yo ni se quien me lo puso. A la verdad una vez mi marido me dijo que se me iba a quedar el nombrete y le dije. Si ese va a ser mi sobrenombre pues bienvenido sea. A mi vienen a verme tejer sombreros personas de muchos lugares del mundo. Yo se decir sombrero en Italiano, en Francés y hasta en Chino.
Cuando estoy haciendo un sombrero tengo una alegría tan grande como si fuera el día de mi cumpleaños. Hago de cada sombrero una fiesta y se hacer muchos modelos por lo que no me aburro. En los de las mujeres me esmero un poquito más porque nosotras somos muy presumidas.

 ¿Qué le agradeces a la vida?
 Le agradezco a la vida por  mis hijos, porque tengo una familia súper bella, con nietos y hasta bisnietos. También siento que tuve suerte en el amor. Me casé hace más 50 años y aun me salta el corazón cuando  mi viejo me abraza
Si todo eso fuera poco la vida me dio el don de tejer la fibra y ahora soy con gusto “La mujer de los sombreros”

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