distantes como las utopías nunca imagine que
detrás del valor de los cinco compatriotas cubanos
prisioneros en cárceles del imperio encontráramos
a Cinco hombres comprometidos con el destino cultural
de su país.
La primera vez que leí un poema de Antonio Guerrero
supe que él era de esos seres tocados por el talento.
La suerte del hallazgo la puso ante mí el escritor
fomentense Ángel Martínez Niubó, para ese entonces
Antonio Guerrero y él se intercambiaban poemarios.
Luego en una noche de concierto el trovador Vicente
Feliú, develo algunas aristas que me hicieron buscar
en las cartas y poemas que desde el brutal encierro
escribían.
De la obra en la caricatura de Gerardo Hernández Nordelo
conocía mucho antes de que fuera Héroe. Eso se lo debo
a mi pasión por las publicaciones humorísticas. Pepino,
su más entrañable personaje marco mi adolescencia.
Luego la madurez de los años me llevo a hacer reflexiones
más profundas sobre la obra gráfica de Gerardo… El texto
“El amor y el humor todo lo pueden”, es testimonio del
tiempo y del excelente ejercicio de denuncia.
Tal vez en Antonio y Gerardo estén las vocaciones más
profundas por el arte. Tony se revela también como pintor
y dibujante. En cambio y aunque muchos no lo hayan
descubierto Fernando, Ramón y René son también creadores.
Las cartas que desde hace más de una década escriben a
sus familiares, amigos y a las miles de personas que
son solidarias con su causa constituyen también una obra
de arte. Hay también textos marcados por la poesía intimista.
Más allá de una renovación formal en la métrica los textos
exploran sentimientos.
Este 20 octubre me gustaría que recordáramos a nuestros cinco
compatriotas desde el aliento de fe y victoria que transmite
la cultura. Ellos son también artistas de la Revolución.
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