La orquesta los Van Van recibió el Escudo
de la Ciudad de Sanctis Spìritus durante el concierto realizado en la
Plaza Cultural de la villa yayabera. La más popular de las orquestas
cubanas festeja su aniversario 45 y los 25 años de Artex con una gira
nacional.
Los Van Van contagiaron con sus sonoridades al pueblo espirituano. Fue
un concierto dedicado a las diferentes generaciones que han disfrutado
de la orquesta desde el surgimiento en 1969. El recorrido incluyó los
temas “Un año después”, “Hay mamá recíbeme”, “Todo se acabó”, entre
otros éxitos sin los cuales sería imposible escribir la historia de la
música cubana.
En las letras compuestas Juan Formel están las crónicas de la vida cotidiana, los amores a cualquier edad, aunque sean “titimanía” y hasta la alegría de una isla a la que maestro enseñó a bailar con sus ritmos. Cuando el dolor por la partida del Premio Nacional de la Música es reciente su grupo recorre el país para celebrar 45 años.
A propuesta de la Asamblea Municipal del Poder Popular de Sanctis Spíritus los Van Van recibieron junto al “Escudo de la Ciudad” el cariño del pueblo. El grupo que Formell dirigió hasta su fallecimiento no se presentaba en predios espirituanos desde el año 2006.
Ese día lo recuerdo con la misma intensidad que acompaña esta historia porque cumplí uno de mis sueños como periodista. Habían pasado las ocho de la noche y ya el maestro alistaba sus músicos para viajar del Hotel Zaza a la Plaza Mayor General Serafín Sánchez Valdivia donde pasadas las diez ofrecerían un gran bailable.
Esa vez no tuve quien me presentara ante el importante músico, que hasta ese momento siempre había visto desde la distancia. Me le acerqué con la timidez en la sonrisa. Solo dije que era periodista y que soñaba poder entrevistarlo. Dije “soñaba” cuando en realidad debía haber dicho “necesitaba”. En cambio, hoy creo que mi error fue el que me salvó de una evasiva ante el apremio de la orquesta por alistar los detalles y partir al concierto.
Fue una entrevista breve, porque supe controlar mi emoción. Luego me tomó de la mano y como quien no tiene prisa, me pidió que entrevistara a Samuel Formell, no me dijo que era su hijo, era obvio. Solo me comentó que era el director musical y que ambos éramos jóvenes y de seguro coincidiríamos en muchos otros conciertos. Estaba lejos de creer que ocho años después ya Samuelito sería el líder de la mejor orquesta cubana y que nos encontraríamos otra vez Sanctis Spírirtus. Él con el dolor de haber perdido a su padre y yo con las ganas de saber si los Van Van seguían siendo “el tren de la melodía”.
A esta reportera le bastaron los primeros acordes escuchados en la Plaza Cultural en el verano de 2014 para sentir que Juan Formell no le falta a su grupo, porque los enseñó bien. A los bailadores la noche se les hizo corta. Los aplausos también fueron para el nuevo director, Samuel Formell por llevar el baile, como lo hizo su padre, a millones de vanvaneros en Cuba y el mundo.
En las letras compuestas Juan Formel están las crónicas de la vida cotidiana, los amores a cualquier edad, aunque sean “titimanía” y hasta la alegría de una isla a la que maestro enseñó a bailar con sus ritmos. Cuando el dolor por la partida del Premio Nacional de la Música es reciente su grupo recorre el país para celebrar 45 años.
A propuesta de la Asamblea Municipal del Poder Popular de Sanctis Spíritus los Van Van recibieron junto al “Escudo de la Ciudad” el cariño del pueblo. El grupo que Formell dirigió hasta su fallecimiento no se presentaba en predios espirituanos desde el año 2006.
Ese día lo recuerdo con la misma intensidad que acompaña esta historia porque cumplí uno de mis sueños como periodista. Habían pasado las ocho de la noche y ya el maestro alistaba sus músicos para viajar del Hotel Zaza a la Plaza Mayor General Serafín Sánchez Valdivia donde pasadas las diez ofrecerían un gran bailable.
Esa vez no tuve quien me presentara ante el importante músico, que hasta ese momento siempre había visto desde la distancia. Me le acerqué con la timidez en la sonrisa. Solo dije que era periodista y que soñaba poder entrevistarlo. Dije “soñaba” cuando en realidad debía haber dicho “necesitaba”. En cambio, hoy creo que mi error fue el que me salvó de una evasiva ante el apremio de la orquesta por alistar los detalles y partir al concierto.
Fue una entrevista breve, porque supe controlar mi emoción. Luego me tomó de la mano y como quien no tiene prisa, me pidió que entrevistara a Samuel Formell, no me dijo que era su hijo, era obvio. Solo me comentó que era el director musical y que ambos éramos jóvenes y de seguro coincidiríamos en muchos otros conciertos. Estaba lejos de creer que ocho años después ya Samuelito sería el líder de la mejor orquesta cubana y que nos encontraríamos otra vez Sanctis Spírirtus. Él con el dolor de haber perdido a su padre y yo con las ganas de saber si los Van Van seguían siendo “el tren de la melodía”.
A esta reportera le bastaron los primeros acordes escuchados en la Plaza Cultural en el verano de 2014 para sentir que Juan Formell no le falta a su grupo, porque los enseñó bien. A los bailadores la noche se les hizo corta. Los aplausos también fueron para el nuevo director, Samuel Formell por llevar el baile, como lo hizo su padre, a millones de vanvaneros en Cuba y el mundo.
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