El
artista Nelson Domínguez, Premio Nacional de Artes Plásticas expone en la Galería Benito
Ortiz de Trinidad. Las obras que integran la colección fueron confeccionadas
junto a la legendaria familia de alfareros Los Santander.
Trinidad
recibe a Nelson Domínguez con un inusual proyecto expositivo. La colección la
integran platos y vasijas de cerámica moldeados en los talleres de la familia
Santander.
De José Martí aprendí que “Honrar
Honra”, por eso hace un tiempo decidí salir de mi Galería en la Habana para encontrarme con
esa familia tan excepcional. Yo había oído mucho hablar que de la técnica con
que trabajan el barro y confieso que para mí fue un privilegio excepcional
estar con Los Santander, una descendencia que se multiplica en el barro.
Así
comienza Nelson Domínguez sus elogios para la Familia Santander. El Premio Nacional de Artes Plásticas se unió
a los alfareros trinitarios para tributar homenaje a dos grandes en el trabajo
de la cerámica en Cuba, su maestro el Dr. Rodríguez de la Cruz y Moisés Santander.
Con el Doctor Rodríguez de la Cruz trabajé mucho. Él me
enseñó sin reservas cuanto sabía. Yo recuerdo que a veces estábamos trabajando
y venían a buscarlo para que atendiera un paciente grave. Aquella pasión con
que se entregaba a la medicina y a la
cerámica, fueron las dos primeras cosas que me cautivaron de mi maestro.
Él Doctor me habló de Moisés
Santander, del barro de esta zona y yo después de la muerte de Rodríguez de la Cruz me propuse venir a
conocer a los Santander y apretar la mano de Moisés, el amigo de Doctor
Rodríguez de la Cruz
a quien tanto debo.
El
conjunto Domínguez-Santander tiene entre sus características formales la
utilización de los soportes tradiciones que por casi un siglo ha realizado la
familia Santander. Sobre el barro Nelson Domínguez dejó motivos que recrean la
naturaleza y la vida con una profunda vocación antropológica.
La
colección homenaje estará expuesta
durante el mes enero en la galería Benito Ortiz de la villa trinitaria, Nelson
Domínguez agasaja a una ciudad que anuncia sus 500 años
Trinidad es hermosa. La recorro con la
seguridad de que no hay mejor escenografía para la vida que estas calles empedradas,
las edificaciones antiguas y especialmente el pueblo que siempre me recibe como
lo que soy: un enamorado de Trinidad y su barro”
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