miércoles, 12 de septiembre de 2012

“Con el nombre de libertad”


Hace 14 años CINCO valerosos cubanos sufren un brutal encarcelamiento en Estados Unidos. El motivo del encierro por más absurdo que parezca es defender a Cuba de los actos terroristas.

Gerardo, Antonio, Rene, Fernando y  Ramón  olvidaron el sabor de la libertad desde que hace 14 años fueron detenidos y más tarde hechos prisioneros por el gobierno de los Estados Unidos. Los juicios, las continuas apelaciones y los encierros en el hueco solo han hecho de este tiempo un agobio para ellos y sus familias.

A Antonio, su hijo se le convirtió en un hombre que estudia en la Universidad y sueña con la libertad de su viejo. También a Antonio, su madre Mirtha se le convirtió en una anciana que anhela ver libre a su hijo y se pregunta cada día si la acompañaran las fuerzas.

Fernando, ya renunció al placer de ser padre. Ahora él y                            Rosa Aurora imaginan en el amor que les falta por darse para   construir juntos  la vida.

Rene, ya no está prisión, en cambio no puede viajar a Cuba a reunirse con los suyos. Hace solo unos meses perdió a su hermano Roberto. Unos 15 días con él en Cuba no fueron suficientes para decirle cuanto lo quería. Por estos meses Irmita, la hija mayor de Rene se prepara regalarle su primer nieto y lamentablemente no estará con ella.

Gerardo, necesitaría dos vidas para cumplir las injustas sanciones a las que a sido condenado. Ni este, ni otro pesar le han robado el optimismo de reencontrarse con Adriana y tener el hijo que ya han soñado juntos.

Ramón, Hh estado lejos de su esposa Elizabeth por más tiempo del que el amor puede soportar. El deseo del reencuentro se les ha hecho grande en la espera. Sus hijas crecieron y Ramón tuvo que contentarse por educarlas en las cartas y con su ejemplo.

Caricatura de Gerardo Hernández
 Gerardo, Antonio, Rene, Fernando y  Ramón han estado presos 14 años sin que los gobiernos de Estados Unidos pongan fin a este amañado proceso judicial. Solo en sus bocas la palabra libertad tiene el color de lo que se añora. Hay quien dice que en la cárcel se volvieron artistas y que para ellos la musa tiene el nombre del silencio.

Ramón es poeta para cantar a sus hijas del amor que les tiene. Son sus versos manantiales de agua que transpiran cubanía. En  las cartas los consejos oportunos.

…..Es mi papel de padre estar al tanto y siempre educar, aunque sea a distancia. A Lizbeth, mi pequeñuela, como aún no sabe leer, aquí le envío un dibujo con ideas y tareas para que las leas. Me gustaría que este dibujo con un patico serio, como cuestionando (donde le pondré tareas que realizará todos los días), se lo pongan encima de su camita, siempre a la vista, para que cada día le recuerde a papá y así educarla en los deberes diarios y embullarla con dibujos y lecturas…

En uno de los poemas enviados por Ramón a su hija Lizbeth le cuenta del amor que le tiene:
“El poema de amor de papá"
La luz de tus ojitos llenaron
Ilusiones, sueños y fantasías,
Zurda te hicimos y al verte,
Buscamos en ti nuestras dichas.
Eres como te soñamos,
Todito cariño, todita alegría,
Hoy te quiero tanto, tanto,
Que eres imagen de mamá y mía
.

Antonio Guerrero no se resiste a creer que el arte también pueda encarcelarse. Por eso pinta las aves cubanas, pinta a su patria que es la de todos y pinta al Che. Antonio, también escribe versos al amor y sabe que el castigo puedo ser duro, pero la poesía y la pintura le reconfortan el espíritu.

La firmeza de tu suelo.

En esta vida entre días oscuros 

Y días claros, alzo mi canto. 
        
Grito con una voz con la que espanto   
Toda mi soledad, rompiendo muros.     
                                       
Aquí están a la sombra los maduros     
Momentos que una vez dijeron tanto     
Y tan secretamente en el encanto       
De la vida fugaz fueron seguros.       
                                       
A veces paso el día junto al cielo,   
Escogiendo una nube, la primera,       
Que me quiera llevar en su alto vuelo 
                                       
Al sitio donde me agrada la espera.   
Yo se que la firmeza de tu suelo       
Conserva para mi la primavera.         


Gerardo no parece estar preso, no cuenta sus cadenas perpetuas. Él hace caricaturas y las comparte con quienes lo aman. Ya nos enseñó que “El amor y el humor todo lo pueden”. En la cárcel recuerda sus años en “Palante” y sabe que en esa redacción está su impronta. A “Pepino”, el personaje que creo lo vemos en todos partes y se burla de quienes no creen en la  inocencia de los CINCO.

Talvez una de los dolores más profundos que alberga su corazón está el no haber podido tener el hijo que el Adriana tanto han deseado.

"Carta a mis hijos que están por nacer":

Queridos hijos:

Cuando lean estas líneas habrán pasado algunos años desde que fueron escritas. Ojalá no sean muchos. En esta fecha ustedes aún no han nacido, y hasta su mamá tiene dudas de si algún día nacerán.

Fernando, se refugia en el cárcel para decirle a Rosa Aurora que la ama y que espere un nuevo poema porque la vida no termina.

"Será el amor el que sustituya la risa infantil en nuestra casa, la preocupación permanente por la correcta educación de nuestros hijos ausentes, y el placer y la satisfacción de verlos crecer como seres humanos comprometidos con lo más noble y justo."

A Rene, el amor por Olga y por sus hijas le crece como flores. El tiempo ha pasado en la familia, pero algo permanece invariable y eso es la ternura. 

Sobre huerto fértil de amoroso vientre



dos semillas puse con mayor cuidado


y gozoso he visto, que mi buena suerte


con dos lindas flores me ha recompensado



Girasol de oro, de amarillos rizos


Tulipán hermoso de azabache ondeado


Lindas florecillas  vienen con su hechizo


a alegrar de amor mi corazón hinchado


Y aunque el destino cruel, su nube negra posa


para romper la paz de mi jardín florido


se le impondrá a los vientos, madurando airosa


mi amorosa siembre sobre tallo erguido


Pues no pueden furias, lluvias, tempestades


Arrastrar mis flores en sus turbulencias


porque amor y hierro son sus pedestales


que a la tierra abrazan, en raíces recias.

14 años ya dura el encierro, más vale que el tiempo y la razón hagan justicia. Mientras en el  Imperio Cinco hombres valerosos confirman que la libertad no tiene precio y que el arte es también una paloma de alto vuelo.        

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